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Trabajo realizado en la asignatura “Teoría de la Comunicación Humana". Título: Crítica y comentario al libro de Luis Cibanal & Mª Carmen Arce
“La relación enfermera-paciente”.
Introducción. El libro que voy a comentar está escrito por el profesor Luis Cibanal y por Mª Carmen Arce. Su título es “La relación enfermera / paciente” y se encuadra dentro de la asignatura de Técnicas de comunicación en enfermería. El libro está editado por la Universidad de Alicante. Su lectura me recuerda a las clases de Terapia familiar y Técnicas de Comunicación, pues el autor utiliza el mismo lenguaje, las mismas expresiones etc. es un libro sencillo y claro de entender. Prólogo. Los autores resumen el objetivo al que quieren llegar escribiendo este libro. En él fomentan y explican como debe ser la comunicación humana para así ayudar a disminuir la ansiedad y angustia, que según ellos son muchas veces consecuencia de una comunicación patológica. Me parece que es muy acertado el concepto que Virginia Satir nos quiere transmitir de la comunicación (a la vez que bonito): “Creo que el mejor regalo que puedo recibir de alguien es el ser vista por él, escuchada por él. El mejor regalo que puedo dar es el ver, escuchar, comprender, y tocar a otra persona. Cuanto esto se ha hecho siento que el contacto se ha realizado.” Importancia de la comunicación. La primera parte del libro nos introduce en los conceptos de comunicación, comunicación verbal y no verbal. En el capítulo primero: “¿Qué es la comunicación?”, los autores nos acercan más a este concepto. Así, de una manera muy metafórica y a la misma vez muy real (la explicación realizada a partir de “la cámara cinematográfica sonora”), Cibanal y Arce nos recuerdan como se produce el fenómeno de la comunicación entre dos individuos. Son interesantes los ejemplos que aparecen en el libro, pues te hacen entender este proceso fácilmente (no como el libro de Cambio, cuyo autor P.Watzlawick da mil vueltas a un tema para explicarlo.). En este capítulo, conocemos cuales son los sistemas de comunicación según Satir (que analiza los cinco tipos de individuos que podemos encontrar según sea el modo de comunicación que utiliza cada uno de ellos.) y también el ya citado Watzlawick (según la Escuela de Palo Alto) que repasa los cuatro axiomas de la comunicación:
Estos axiomas, que así leídos pueden parecer un poco complicados están claramente explicados por los autores. Para terminar el capítulo, nos explican las generalizaciones, eliminaciones y distorsiones que nos podemos encontrar en toda comunicación, p.ej. la generalización excesiva, el pensamiento dicotómico (en el que se clasifica todo en dos aspectos opuestos: sería el todo o nada, blanco o negro...), el etiquetar, el filtro mental (en el que solo percibimos algunos detalles de la realidad), catastrofismo, la magnificación y minimización de las cosas, etc... El segundo capítulo: “La enfermedad una forma de comunicar” también es muy interesante observado desde el punto de vista de la enfermería. En él se hace una introducción a la somatización que definen como “lenguajes simbólicos con los que nosotros queremos decir a nosotros mismos, o a nuestro entorno, que tenemos conflictos, ya sean personales, familiares, psico-sociales, o espirituales; que nuestros sentimientos reales no pueden ser expresados ya que estos son censurados o prohibidos por miedos, moralidades por el que dirán etc. que vivimos situaciones de pérdida, de duelo, de separación inacabadas, y por lo tanto que permanecen en nuestra estructura física y psíquica como una “gestalt” no acabada. En este capítulo los autores escriben en un apartado de las grabaciones del cuerpo, hablándonos de cómo nuestro cuerpo y memoria van recibiendo la información que condicionará su personalidad y conducta a lo largo de su vida. Los niños desde pequeños muestran una sensibilidad a estos mensajes recibidos que si han sido inadecuados, dan lugar a una serie de mensajes del cuerpo que se traduce en somatizaciones. Muchas veces, los padres, en lugar de escuchar estos mensajes, buscan “agentes externos” para solucionar estos síntomas. Dan mucho que pensar las definiciones que sobre la enfermedad da J. Salome y S. Freud respectivamente:
Otra definición que me ha llamado la atención de este capítulo es la de cuidados relacionales, y me ha parecido muy importante que los profesionales de la salud estén preparados en este tipo de actitudes, habilidades etc. Para terminar en el capítulo se define la crisis (otra definición de J. Salome que llama la atención), así como los conflictos personales, el duelo etc. Se exponen las etapas del proceso de duelo, que aunque distintas, guardan similitud en los comportamientos con las etapas propuestas por la doctora americana Kubler-Ross. “Saber observar para mejor comunicar” es el tercer capítulo de este libro. Al igual que decía la famosa Florence Nightingale, los autores consideran que la observación es parte imprescindible del día a día de la enfermería. Este capítulo está dedicado íntegramente a este aspecto y en él se deja claro la importancia de la observación, así como las características, objetivos, tipos etc. de la observación. El cuarto capítulo “El esquema de la comunicación” trata del tan conocido esquema emisor-mensaje-receptor. En él se analizan cada uno de ellos y se interrelacionan con información que respecto a cada uno debemos conocer como profesionales que debemos comunicar, como p.ej. las características que debe tener el emisor para poder comunicar bien, o las relaciones de codificación y descodificación del mensaje etc. Al final de este capítulo, los autores empiezan a tratar la conocida empatía (capacidad de comprender o percibir correctamente lo que experimenta nuestro interlocutor). Me parece muy interesante los consejos que dan sobre como mejorar la empatía, como expresar la autenticidad, el respeto, cuales son las actitudes que debemos adoptar para escuchar así como el resto de métodos que los autores exponen. Muchos de ellos los llevamos a la práctica espontáneamente, pero otras cualidades deberían ser practicadas para así trasladarlos a nuestros procesos de comunicación. El siguiente capítulo de este libro “La comunicación no verbal” relata la importancia que tiene esta en el proceso de interrelación ¿Cuántas veces hemos juzgado a alguien simplemente por su apariencia? Los gestos, la mirada, el físico, todo en conjunto nos está dando una información que condicionan la comunicación. Muchas veces la comunicación verbal y no verbal pueden contradecirse y esto es algo a lo que no se debe llegar en nuestra práctica como enfermeras. Los autores razonan la importancia de cada uno de los componentes de este aspecto de la comunicación y nos dan algunos consejos a seguir para así mejorar también este aspecto del lenguaje. El último capítulo de esta parte del libro lleva por nombre “La comunicación verbal”. Aparte de resumir lo ya expuesto en capítulos anteriores del libro, los autores relacionan la buena comunicación con la buena práctica enfermera. Se explican los problemas que pueden dar lugar a una mala colaboración del paciente como p.ej. la información inadecuada, insatisfacción del paciente etc. así como los resultados de esta mala comunicación. La relación de ayuda. La relación de ayuda es “aquella que tiene como objetivo ayudar a personas enfermos o con problemas a constatar y ver que hay diferentes maneras de hacer frente a una misma situación o problema, diferentes formas de ver una misma realidad, diferentes caminos para llegar al mismo lugar, ... es también la creación de relaciones humanas que potencien actitudes facilitadoras para la interacción, nos va a permitir trabajar en los cuidados, prevenir, ayudar a la persona a movilizar sus recursos, nos va a permitir crear condiciones favorables para el desarrollo de la persona, de la familia o del grupo ... y va a favorecer nuestro crecimiento personal...” En esta parte de libro se analizarán los requisitos, fases etc. que tiene esta relación de ayuda. El capítulo primero de esta parte se titula “Prerrequisitos a la relación de ayuda”. En él se nos recuerda que la relación de ayuda no se da entre dos semejantes sino que se da entre dos personas que se encuentran en dos niveles y roles muy distintos. Los autores determinan 17 requisitos que debemos tener en cuenta en toda relación de ayuda como son la empatía, la autenticidad, la capacidad de escucha, el evitar la minimización o dramatización etc. En el capítulo se vuelve a definir la relación de ayuda y se especifica cómo debe ser la relación de ayuda entre el profesional de enfermería y el paciente (concreta y puntual, favorecedora del crecimiento personal, eficaz etc.. También se establecen el objeto de la relación de ayuda, las funciones del enfermero durante la relación de ayuda (funciones que no parecen nada fáciles como por ejemplo la de ser el rol sustituto de un padre, amigo etc..) y los fines de la relación de ayuda. Para finalizar el capítulo, los autores repasan las características que debe tener toda entrevista basada en la relación de ayuda. No comentaré cuales son esas actitudes o pasos a seguir en cualquiera de estas entrevistas pues sería repetir algunas clases de la asignatura, pero debo comentar que son consejos muy interesantes para ponerlos en práctica, pero no es fácil hacerlo. Con el tiempo y la experiencia, todos los profesionales deberíamos aprender a realizar estas entrevistas basadas en la relación de ayuda correctamente. El siguiente capítulo “Las fases de la relación de ayuda” nos relata, como dice el título, cuales son las fases a seguir en este proceso. Teniendo en cuenta las fases de la relación de ayuda de H. Peplau los autores las remodelan. Estas son explicadas una a una por los autores:
El último capítulo de este libro “Importancia de trabajar con un modelo de enfermería para una ayuda eficaz” resalta la importancia de trabajar con un modelo de enfermería en la relación de ayuda ya que de esta manera el profesional lo hará de una manera reestructurada, abordando a la persona como un ser holístico, los autores no recomiendan ninguno en especial así que cada profesional deberá elegir el que más se adapte a sus necesidades. Conclusiones. Como dicen los autores en la conclusión del libro, como comenté anteriormente y como se nos repitió en las clases de la asignatura, el buen resultado de este proceso depende de la práctica del profesional. Los autores nos recomiendan el role-playing para conseguir estas habilidades (role-playing que formó parte de la evaluación de la asignatura). Con esta actividad y fomentando el resto de habilidades puede que algún día consigamos mantener una verdadera relación de ayuda basada en el respeto y en la empatía.
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Última modificación:
15 de enero de 2023
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